Créeme… ¡me lo vas a agradecer!
Durante el parto, entre las contracciones y la intensidad del momento, es muy común sentir mucho calor.
Refrescarte con un poco de viento puede ser un gran alivio y traer una sensación muy agradable justo después de cada contracción.
Entrégale este abanico a tu acompañante principal o a tu doula para que pueda ayudarte a mantenerte fresca y cómoda durante el trabajo de parto.